QUESO FRESCO CASERO

Reconozco ser una fanática incondicional de los quesos, me encantan desde los más suavecitos, como el queso de Burgos o el requesón a los más fuertes como los curados de oveja, pasando por nuestro incomparable cabrales o los de cabra en cualquiera de sus formatos. Pero claro jamas me plantee hacerlos en casa, se que hay kits para hacer queso en casa, pero si meto más trastos en la cocina mi pareja me hace las maletas. Y hace unos días "buceando" por la red encontré una manera, muy sencilla, sin necesidad de nada especial de preparar queso fresco en casa ¿?, cuando leí la receta mi cara fue de absoluta incredulidad, pero me puse manos a la obra y alucine con el resultado.


 Este lácteo se obtiene por medio de un procedimiento aplicado a la leche pasteurizada (como la que compras en el mercado) en una coagulación provocada con un medio ácido, que puede ser cuajo, jugo de limón o bacterias de uso gastronómico. Este medio ácido facilita que la lactosa (azúcares) de la leche de vaca, cabra o la que uses, se convierta en un ácido láctico, beneficial para nuestro organismo.



INGREDIENTES:

 Leche pasteurizada, como la que compras en el mercado, en la variedad que prefieras. Elige las que vienen en bolsa o botella,las que están en la nevera fresca del día, no las de caja ni las larga vida, pues no cuajará el queso.

- Media cucharadita de cuajo (de venta en farmacias)
- Sal marina (al gusto)



PREPARACIÓN:


En una olla de acero inoxidable ponemos la leche junto con la sal y la calentamos hasta que alcance una temperatura de unos 38º, le añadimos el cuajo y lo dejamos hasta que cuaje del todo, tardará una media hora, una vez haya cuajado removemos con las varillas, Sobre un colador ponemos una gasa o un trapo de algodón, que es poroso, bien limpio. Volcamos la mezcla y lo dejamos escurrir.




Pasados unos minutos, formamos una bola con ayuda de la gasa o el trapo, atamos las esquinas para ejercer presión y lo dejamos colgando o en el grifo de la cocina, que tiene altura, o en una de las estanterías de la nevera, poniendo un cuenco debajo para recoger el suero que va soltando. Lo dejamos una hora.


Lo pasamos a un tuper y precionamos para que coja la forma y a la nevera mínimo un par de horitas y ya podemos degustarlo.








2 comentarios:

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