TARTA DE HIGOS


Una de mis tartas preferidas junto con la de manzana, esta tarta con pasta frola rellena de una mermelada de higos casera y los higos frescos es una delicia, no dejéis de hacerla




INGREDIENTES

Para la masa:

250 gr de harina
150 gr de mantequilla
100 gr de azucar
1 huevo
ralladura de limon
1/2 sobre de levadura royal
un toque de esencia de vainilla

Para el relleno

Mermelada de higos
Higos frescos




PREPARACIÓN

En un bol mezclamos la harina,la mantequilla ,(que tiene que estar blandita),el huevo,la esencia de vainilla y la ralladura de limón.Vamos amasando ,trabajando poco la masa,simplemente lo necesario para conseguir que nos ligue bien.
La metemos en un bol,la tapamos con film,y dejamos en la nevera entre media y una hora.

Preparamos un molde para poner la masa.Yo coloque en el fondo un poco de papel de horno,del mismo tamaño que el fondo del molde.Separamos un poco de la masa para hacer luego unos bastoncitos.Estiramos el resto de la masa y forramos con ella el fondo del molde,y un poco de los laterales.Rellenamos con la mermelada y los higos frescos cortados.

Hacemos unos bastoncitos finos,y los vamos colocando por encima,cruzándolos.
Los pintamos con huevo batido,y horneamos unos 30 o 40 minutos.
Cuándo la saques del horno pincelala con miel liquida rebajada con un poquito de agua. queda super brillante









SOPA RAMEN

 EL CALDO

El caldo es la base del ramen. Aunque se usan múltiples variedades que pueden ser 'assari' (claras, con más vegetales, pescado o huesos en crudo, cocinados menos tiempo) o 'kottery', enriquecidos, espesos y cocinados durante muchísimas horas, en las que los alimentos regalan su grasa, minerales y proteínas al líquido. El más popular de todos es tonkotsu, hecho con huesos de cerdo, que idealmente tiene que ser espeso, lechoso y dorado, dejando una sensación gelatinosa, como pegajosa, en los labios.

Para iniciarse en el ramen casero, Íñigo –que se confiesa fans del caldo de pollo–, propone prepararlo con uno “básico (carcasas, alitas, cebolla, ajo, jengibre, sal) en olla express durante 1.5 horas, cuela y retira sólo una parte de la grasa porque le da un sabor insuperable”. Asegura que es “menos tradicional que el clásico caldo de cerdo, pero increíblemente sabroso”, y que todavía tiene grabado en el cerebro y el paladar uno de miso que tomó en en un garito de Sapporo, “una de las ciudades de Japón que más fama tienen por el ramen, en un garito en el que sólo cabían 6 personas sentadas”. Los caldos pueden aderezarse con sal, salsa de soja y miso, y en algunos restaurantes los rematan con bonito seco en escamas, algún aceite aromático o pasta de sésamo que personalizan el sabor del ramen.

LOS FIDEOS

Rodrigo nos ilumina respecto al origen chino de los fideos ramen, de hecho su nombre proviene de la palabra china ‘la’ (estirar) y ‘mian’ (fideo), y es que una de las características principales de estos fideos es que son especialmente elásticos. “Además de harina de trigo, agua y sal, para su elaboración se utiliza ‘kansui’, que originalmente era “agua carbonatada de una fuente natural en Mongolia, y hoy es un preparado mineral alcalino que la confiere elasticidad y una textura diferente”. Además de la presencia del kansui, para conseguir la textura deseada es importante la manera en la que se prepara el fideo. “Estirarlos y compactarlos correctamente es esencial, y para ello una máquina manual, la típica de preparar pasta italiana, no nos da el resultado deseado”, asegura Rodrigo.
Por esta razón usan una máquina específica que les da, tras un largo proceso y varias repeticiones, el grosor deseado. “Aunque con toda seguridad no será lo mismo, puesto que hacerlos en casa es prácticamente imposible, siempre se pueden comprar fideos ramen en comercios de productos asiáticos”. 


EL TOPPING

Aunque las posibilidades son casi infinitas y dependen totalmente del gusto del chef –según Rodrigo “en Nueva York tienden a utilizar productos de las granjas y huerta locales, no hay un reglas preestablecidas, nosotros por ejemplo usamos albóndigas vegetales”–, nuestros dos expertos aseguran que se puede hacer un ramen casero más que digno y sabroso con poca cosa. Los dos recomiendan incluir cerdo (ambos panceta, Íñigo también lomo cortado finito), cebolleta china cortada muy fina, y huevo “cocido 6 minutos desde agua hirviendo, cortando la cocción en agua y hielo, pelándolo y marinando en un baño de soja”, cortando a la mitad antes de servir. Íñigo aconseja añadir mirin (vino de arroz dulce) y azúcar a la marinada, que considera imprescindible para conseguir “ese inconfundible color a soja en la superficie de la clara y que son increíblemente deliciosos”. Respecto al cerdo, Rodrigo recomienda asar la panceta en una pieza grande en el horno a baja temperatura, y posteriormente cortar lonchas de 1cm de grosor y marcarlas en una plancha. Aunque se pueden añadir setas, algas, espinacas, verduras de todo tipo, marisco o esa cosa de color rosa y blanco prima del palito de cangrejo llamada naruto, con estos toppings y un caldo de pollo bajo en sal –como el que propone Íñigo en el apartado correspondiente– con dashi instantaneo y un poco de soja se consigue un Shoyu ramen casero perfecto para principiantes. De aquí a montar una tasquita y petarlo en Osaka, solo os falta un poco de práctica
.



FUENTE: El comidista

BUNDT CAKE DE CHOCOLATE


Hoy os traigo este deliciosos bundt cake del blog de mí amiga Teresa, tiene un blog maravilloso con recetas deliciosas no dejéis de visitarla.
Es un bizcocho húmedo con sabor intenso chocolate negro, un vicio exquisito y pecaminoso.




Ingredientes:
  • 224 gr de mantequilla
  • 410 gr de azúcar
  • 4 huevos L
  • 360 gr de harina simple
  • 15 gr de bicarbonato sódico
  • 1 pizca de sal
  • 240 ml de buttermilk (*)
  • 65 gr de cacao en polvo (Valor o Hersey's)
  • 160 ml de agua
  • 2 cucharaditas de extracto de vainilla


Todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente.

(*) Si no lo consiguen en las tiendas, se puede preparar de forma casera: a 240 ml de leche añadir un chorrito de limón, remover y dejar reposar 10 minutos. Volver a remover antes de utilizar.


Precalentamos el horno a 180º. Engrasamos el molde con mantequilla derretida o Bake Easy (Spray de la marca Wilton que facilita bastante el trabajo) y con ayuda de una brocha distribuimos en sentido ascendente.




Tamizamos la harina junto con la sal y el bicarbonato y reservamos.

En el bol de la Kitchenaid, con la pala, batimos la mantequilla y el azúcar, comenzamos a velocidad baja (2) y cuando estén integrados subir a velocidad alta, batir aprox. unos 3-4 minutos, hasta que la masa esté ligera y esponjosa. De vez en cuando parar, repasar bordes con una lengua de silicona y seguir batiendo.

Mientras tanto, hervimos el agua y la agregamos al cacao que tendremos en otro recipiente, batimos bien hasta formar una pasta homogénea y reservamos.

Cuando la mantequilla y el azúcar estén en su punto, añadir los huevos de uno en uno batiendo bien después de cada adición. No añadir el siguiente hasta que el anterior esté bien ligado. Yo suelo batirlos ligeramente y añado de cuatro veces.

Añadimos la harina a la masa, a velocidad baja, de tres veces, alternando con el buttermilk, comenzando y terminando por la harina.

Añadimos el chocolate a la masa junto con la vainilla y batimos sólo hasta que estén integrados todos los ingredientes. Si hace falta, terminar de mezclar con una espátula de silicona, procurando que quede bien distribuido.


Verter la masa por el lateral del molde, aplanar la superficie con la espátula, golpear el molde sobre la encimera para que salgan las burbujas y llevar al horno, sobre la rejilla, posición central, durante 60 minutos o hasta que al pinchar con la aguja salga limpia.

Una vez terminado poner el molde sobre una rejilla durante 10 minutos. Pasado este tiempo, dar unos golpes contra la encimera, con un paño debajo, mover suavemente arriba y abajo, hasta que notemos que se ha desprendido. Colocar una rejilla sobre el molde, dar la vuelta y mantener en la rejilla hasta que enfríe totalmente.

Esta vez lo he acompañado de nata y grosellas, un manjar de dioses!!

Un bundt excepcional, con ese sabor intenso a cacao que es una maravilla, una absoluta perdición.

Que lo disfruten!
!





FUENTE: la cocina de tesa.blogspot.com

ROSCA DE PAN RÚSTICO

Hornear pan tiene un no-se-que; tiene mucho ese sentido de lo casero, de lo humilde y algo de nostálgico...

Por muy bueno que sea un pan de panadería, nada como el hecho por nosotros mismos, y la satisfacción que causa cuando sale del horno y ves la obra de tus manos, es felicidad pura.

Parece complicado, pero es de lo más sencilla de hacer; eso si, tijera de por medio!!

La masa puede elaborarse a mano, colocando los ingredientes en un tazón y usar las manitas y un poco de fuerza natural para amasar,  y estirar la masa. Pero también puedes delegar ese trabajo al robot o ayudante de cocina que para eso está allí en la encimera, mientras te ocupas de otras cositas por la casa.

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Ingredientes
  • 3 tazas (350 gramos) harina de trigo panadera
  • 2  1/4 (7 gramos) de levadura instantánea
  • 2 cucharaditas de azúcar
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1 taza de agua tibia
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
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Preparación
  1. En un tazón coloque la harina, levadura, azúcar y sal. Agregue poco a poco el agua con el aceite a medida que hidrata y amasa. Este procedimiento puede hacerse a mano o en el ayudante de cocina, teniendo en cuenta que si lo hace a mano, deberá amasar por unos 10 minutos hasta que la masa esté suave; si usa el ayudante, se amasa hasta que la masa se despegue de los lados del tazón.
  2. Se coloca una cucharadita de aceite en el fondo del tazón y se coloca allí la masa, impregnándola en toda la superficie. Se deja reposar por una hora.
  3. Pasado ese tiempo, con el puño de la mano, sacamos en aire de la masa, hacemos una bola y la dejamos descansar nuevamente por 30 minutos.

  1. Precalentar el horno a 450°F y colocar una bandeja honda en la última rejilla del horno.
  2. Tomar la masa y hacer un hueco en el centro y formar una anilla, colocarla en una bandeja con papel de horno a la que se habrá colocado un poco de harina. Colocar la anilla y rociar la superficie con harina.
  3.  Con las tijeras, en una posición de 45° hacer cortes para formar las espigas.
  4. Llevar al horno y con cuidado, colocar agua a la bandeja que ya tiene en el horno; esto hará un vapor que ayudará dar textura a la corteza del pan.
  5. Hornee por espacio de 25 a 30 minutos hasta que esté dorada. Deje enfriar.
  6. Servir y disfrutar